lunes, 21 de abril de 2008

PARAJES NATURALES DE ESCACENA DEL CAMPO


LA PATA DEL CABALLO

Paraje Natural de la Pata del Caballo, limitado al oriente y norte por el profundo barranco del Arroyo de Barbacena que marca así mismo el límite provincial entre Sevilla y Huelva, al oeste por otro barranco de menor entidad, el del Arroyo Sequillo y al sur por un declive más suave de la pendiente del cerro.

Se trata de una finca de más de 7000 Ha, que pertenecen a Escacena casi en su totalidad. En la actualidad está siendo sometida a trabajos de limpieza y reforestación tras el desgraciado incendio que la asoló en su mayor parte en el verano de 2004.

Gran parte de la “Pata” fue repoblada hace años con pinos y eucaliptos, aunque también se conservaba del bosque autóctono las encinas y alcornoques, que serán recuperadas como especies fundamentales en la repoblación actual.

Las zonas menos dañadas, aunque no indemnes por el fuego, han sido las más húmedas: los barrancos, donde se conservaban en estado casi virgen, sauces chopos, fresnos, helechos y multitud de especies adaptadas a la humedad.



Por desgracia, la fauna, sobre todo los grandes mamíferos (ciervos y jabalíes) que habitaban en esta zona ha desaparecido en gran parte, aunque todavía se pueden avistar algunos ejemplares en la sierra. En cuanto a la avifauna, sobrevuelan estos parajes, el águila calzada, la culebrera, el ratonero, la cigüeña negra…

Aún quedan muchos años para recuperar este ecosistema, pero esperemos que adquiera nuevamente su valor ecológico y cultural para el disfrute de todos.

Ocupa la mitad norte del municipio. Se trata de una sierra de escasas alturas, cuya cota máxima no supera los 450 m de altitud. Desde el punto de vista geológico, predominan las pizarras y cuarcitas, que dan lugar a suelos cuyo aprovechamiento fundamental es el forestal. Aunque por su situación, en la comarca del Andévalo y su cercanía a las minas de Río Tinto y Aznalcóllar, la zona también tuvo en el pasado su aprovechamiento minero.





La zona de mayor altitud, el Alto del Cejo, constituye un importante mirador, a través del que se observan la Campiña onubense y el Aljarafe sevillano. Es bajo este cerro donde nace el río Corumbel, uno de los más importantes afluentes del Tinto.

Cabe mencionar la singularidad de sus barrancos, habitadas por alisos y quejigos (especies no habituales en esta zona), dichos barrancos también se han visto afectados por el incendio. Como curiosidad, podemos decir, que en el Barranco de los Laureles, se conservan túneles de una antigua explotación minera abandonada, y una fuente de aguas ferruginosas.



No hay comentarios: